
El calzado es una parte muy importante de cualquier look y en ocasiones elegimos zapatos inadecuados que nos hacen daño, rozaduras y, o bien los dejamos olvidados en el armario o nos exponemos a que nos produzcan efectos negativos.
No todos los pies son iguales y ni todos los calzados son adecuados para todos los tipos de pie.
Por ello, es importante conocer nuestro tipo de pie y reconocer el calzado más adecuado a su forma y estructura.
Existen tres tipos de pie, según la longitud del primer dedo respecto a los demás:
EL PIE EGIPCIO
Es el más común y frecuente, aproximadamente el tipo de pie de un 60% de la población. Esta tipología debe su nombre a que en el Antiguo Egipto se consideraba el tipo de pie más bello. Es aquel en el que el primer dedo es más largo que los demás y la longitud de los dedos va decreciendo desde el primer dedo. Actualmente la mayoría de los zapatos están diseñados para este tipo de pie. Las personas con pie egipcio, tiene más facilidad para encontrar calzado adecuado. Si quieres estar cómodo y evitar la aparición de juanetes, olvídate de los zapatos que tienen hormas muy estrechas.
El PIE GRIEGO
Se estima que, en la actualidad, el 14% de la población tiene este tipo de pie, que se creía reservado para las deidades griegas. Su principal característica es que el segundo dedo es más largo que el dedo gordo. Esto no tiene por qué ser un problema a menos que sea más de un centímetro más alto. En ese caso, el dedo podría causar molestias al caminar. Las personas con este tipo de pie deben prestar mucha atención a la longitud del calzado, para evitar la deformación del segundo dedo.
El PIE ROMANO
Es un pie en el que el segundo y tercer dedo tiene la misma longitud que el primero. Suelen tener los pies más anchos, lo que puede ser un problema cuando se trata de usar zapatos de corte estrecho. Este tipo de pie precisa un calzado de horma ancha para evitar la presión en los dedos.
Elige el calzado adecuado a la forma de tus pies. Ganarás en comodidad, confort y salud.